Lava tu bombilla después de cada uso procurando que el agua caiga desde el filtro hacia abajo para eliminar cualquier resto de hoja o palo que haya quedado en su interior.

Te recomendamos que una vez al mes hagas una limpieza profunda, que consiste poner todas tus bombillas en una olla, agregar una cucharadita de bicarbonato y el jugo de un limón, cubrir con agua fría y poner a hervir por al menos 10 min, luego retira del fuego y enjuaga muy bien con agua fría, sécalas y vuelve a disfrutar de unos buenos mates.